lunes, 22 de marzo de 2010

La MEMORIA por la VERDAD y la JUSTICIA


El 24 de marzo se cumple un aniversario más del golpe de Estado llevado en nuestro país en el año 1976. Han pasado ya más de tres décadas de aquella fecha que cambiaría el destino de todo un país a través del alto precio que al que han sometido a miles de personas por creer y hacer.


Sin duda alguna que el golpe de Estado de 1976 fue un nuevo golpe al corazón mismo del pueblo por las mártires que de allí han surgido. Juan Perón afirmó durante sus dieciocho años de exilio que el pueblo argentino estaba preparado en 1955 para derrotar a los intentos golpistas, pero aún así, Perón optó por el alejamiento para evitar ríos de sangre. Fueron prácticamente dos décadas en las que un pueblo organizado resistió los embates de distintos gobiernos de facto hasta llegar al histórico año 1973 en el cual la ciudadanía expresó sus preferencias abiertamente y el peronismo volvió a triunfar. Fueron prácticamente dos décadas para lograr el regreso de Perón a su patria. Sin embargo, fueron pocos los años de alegría.


El año 1976 no solo implicaba el inicio de un largo camino oscuro por el que transitarían todos aquellos hombres y mujeres de todas las edades por haber logrado el regreso de una doctrina, sino también implicaría el inicio de un cambio económico diametralmente opuesto al llevado a cabo durante los gobiernos justicialistas.


Nuestro pueblo chaqueño se sabe orgulloso de contar en su historia con un hombre que alzó su voz y estampó su firma. Un hombre al que las detenciones arbitrarias, tal como le ocurrió en el inicio del golpe siendo gobernador, no lo asustaban. Ese hombre tiene nombre y apellido: Deolindo Felipe Bittel.


Esto ha quedado firmemente demostrado cuando en el país se vivían tiempos atroces donde se avasalló completamente a las instituciones democráticas y se censuró con cárceles y represión a la mejor de las libertades que puede tener un hombre: el pensamiento y la opinión.


Pero como demostró Deolindo Bittel a través de su accionar, no hay cárcel ni represión que pueda detener la convicción que se lleva en el fuero interno.


Es por eso que el 12 de Septiembre de 1979, DEOLINDO FELIPE BITTEL, en su carácter de Vicepresidente 1ro del Partido Justicialista en ejercicio de la presidencia, entregó a la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS DE LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS un documento en el cual denunciaba públicamente ante la comunidad internacional los actos llevados adelante en detrimento pleno de los derechos humanos.


Es por ello que DEOLINDO FELIPE BITTEL representa un ALTO ORGULLO Y HONOR para el pueblo de la Nación Argentina y en particular para los que sentimos y llevamos adelante los ideales justicialistas y es por ello que a través de la Fundación que lleva su nombre rescatamos permanentemente este hecho que fue realmente un hito en aquellos años de silencio y opresión.


Son muchos los historiadores que afirman que su acto valiente fue uno de los más importantes para la apertura de un camino que comenzó a mostrar algo de luz y que colocó los ojos del mundo en la realidad que estaba viviendo el país.


Los pueblos que recuerdan no repiten su historia, por ello, es nuestro deber ciudadano recordar a este gran hombre chaqueño y argentino.



Nora Salas de Bittel

Secretaria de la Mujer - Partido Justicialista Distrito Chaco

Presidente Fundación Deolindo Felipe Bittel

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